La red de senderos a través del bosque te invita a una caminata entre árboles nativos y vida silvestre, acompañados del apacible murmullo del río Quinchol.

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Los tres hermosas cascadas nacen del lago Tinquilco. Durante el verano invitan a zambullirse en sus aguas frescas y cristalinas. El resto de año estas impresionantes caídas de agua llaman a la reflexión, contemplación o quizás solo unas fotos para la posteridad.

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La caminata culmina con la llegada a una cálida laguna que refleja en sus aguas la inmensidad del cielo y las aves que conviven en libertad bajo la imponente vista del volcán Villarrica. Aquí puedes refrescarte en sus aguas, practicar kayak o stand-up paddle, disfrutar el tobogán, pasar un momento relajado bajo los árboles y recorrer el recinto.

 

Ideal para una siesta o un momento para el relajamiento y meditación.

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Los niños cuentan con una zona de juegos.

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